Río San Sebastián ¿Adónde esta la solución?

La minería en el río San Sebastián ha dejado consecuencias devastadoras que afectan tanto al medio ambiente como a la vida de las comunidades circundantes. Este río, ubicado en el municipio de Santa Rosa de Lima en La Unión, solía ser una fuente vital de agua para el riego de cultivos y un hábitat para diversas especies. Sin embargo, en la actualidad, el río muestra un aspecto desolador, con sedimentos y un color amarillo que lo asemeja a una enorme cloaca.

La situación se debe a que durante décadas, las aguas residuales de la mina de San Sebastián, operada por compañías canadienses desde los años 40, eran vertidas en este río. Aunque la mina fue cerrada hace 25 años cuando el país prohibió por completo la minería metálica en 2017, los efectos ambientales no han sido remediados por completo. Uno de los principales contaminantes presentes en el río es el cianuro, utilizado en los procesos mineros.

El resultado de esta contaminación es alarmante: el río carece de vida y la desaparición de peces es evidente. Incluso las vacas y gallinas que solían beber de sus aguas ahora se ven imposibilitadas de hacerlo. Las mediciones realizadas han revelado que el agua del río está saturada de metales pesados y su acidez se asemeja al líquido presente en las baterías de los automóviles.

Estas condiciones ponen en evidencia la necesidad de abordar de manera urgente los impactos de la minería en el río San Sebastián. Se requieren esfuerzos coordinados entre el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y otras instituciones para remediar la situación y restaurar la salud ambiental del río. Además, es fundamental tomar medidas para prevenir futuros desastres ambientales y garantizar la protección de los recursos hídricos y la vida de las comunidades que dependen de ellos.

Referencias

El agua ácida que purgan las minas de San Sebastián